En Ecuador, la educación básica y el bachillerato de personas jóvenes y adultas con rezago escolar, la capacitación profesional y la educación continua con y sin pre-requisitos de escolaridad, configuran una altísima demanda de servicios educativos, en torno a los cuales trabaja CEPP.
Otro rubro de interés gubernamental y privado comprende la preparación de distinto tipo de mediadores pedagógicos y andragógicos, el diseño de recursos para el aprendizaje formal y no formal, la producción de piezas educomunicativas, el monitoreo y la evaluación del aprendizaje.
¿Qué hace la diferencia entre nuestra oferta institucional y otras? Bien podríamos decir que sin ser los únicos, somos un equipo multidisciplinario e intergeneracional de excelencia, altamente motivado por diseñar programas educativos sistemáticos, efectivos y eficaces, que se enfoquen en el aprendizaje integral del ser humano.
Sabemos que las personas deben querer aprender, pues nadie aprende por voluntad ajena, o porque alguien lo designa para participar de algún proceso educativo. Las personas jóvenes y adultas necesitan ver y entender totalidades comprensibles, que tengan cercanía con sus intereses y expectativas.
Por ello es indispensable considerar en el diseño curricular de un programa educativo o de capacitación, cuán motivadas están los estudiantes como para querer aprender, que tan comprometidas podrían estar para hacerlo, qué tan fluidas podrían ser sus habilidades de comprensión lectora y expresión escrita alfanumérica, qué tanta autonomía tendrían para el autoestudio, y cuánto apoyo externo podrían requerir.
Otro rubro de interés gubernamental y privado comprende la preparación de distinto tipo de mediadores pedagógicos y andragógicos, el diseño de recursos para el aprendizaje formal y no formal, la producción de piezas educomunicativas, el monitoreo y la evaluación del aprendizaje.
¿Qué hace la diferencia entre nuestra oferta institucional y otras? Bien podríamos decir que sin ser los únicos, somos un equipo multidisciplinario e intergeneracional de excelencia, altamente motivado por diseñar programas educativos sistemáticos, efectivos y eficaces, que se enfoquen en el aprendizaje integral del ser humano.
Sabemos que las personas deben querer aprender, pues nadie aprende por voluntad ajena, o porque alguien lo designa para participar de algún proceso educativo. Las personas jóvenes y adultas necesitan ver y entender totalidades comprensibles, que tengan cercanía con sus intereses y expectativas.
Por ello es indispensable considerar en el diseño curricular de un programa educativo o de capacitación, cuán motivadas están los estudiantes como para querer aprender, que tan comprometidas podrían estar para hacerlo, qué tan fluidas podrían ser sus habilidades de comprensión lectora y expresión escrita alfanumérica, qué tanta autonomía tendrían para el autoestudio, y cuánto apoyo externo podrían requerir.